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La perspectiva cooperativista

Escrito por: Nelson W. Canals, Miembro del Comité de Educación de Lomas Verdes Cooperativa

La sociedad en que convivimos se sostiene mediante el intercambio de bienes y servicios. La

manera como organizamos la producción, distribución y consumo es lo que conocemos como la

economía. El sistema económico que prevalece en Puerto Rico favorece la propiedad privada y la acumulación de capital individual y corporativo. Sin embargo, a través del tiempo ha surgido un movimiento social que promueve la solidaridad y la democracia económica.

La perspectiva cooperativista consiste en enfocar las relaciones económicas como una red de intercambios solidarios. Veamos la trayectoria histórica del cooperativismo. El movimiento cooperativista moderno se origina en el siglo 19 en Inglaterra y se expandió mundialmente durante el siglo XX. En nuestro país las cooperativas surgieron como parte del movimiento obrero a finales del siglo 19. Desde la década del 1940, el gobierno de Puerto Rico impulsó el desarrollo cooperativo y durante las décadas siguientes se expandió significativamente.

En el inicio florecieron las cooperativas de consumo, de ahorro y crédito. A partir de la década de 1960 el cooperativismo se expandió hacia múltiples áreas de actividad económica. Surgieron supermercados cooperativos, cooperativas de vivienda, cooperativas agrícolas y manufactura y muchas otras cooperativas de tipos diversos. Además, se han establecido organismos coordinadores como la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, el Banco Cooperativo de Puerto Rico, BANCOOP,  la Cooperativa de Seguros de Vida de Puerto Rico, COSVI, la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico, la Cooperativa de Servicios Fúnebres y el Fondo de Inversiones y Desarrollo Cooperativo, FIDECOOP.

Actualmente, el cooperativismo es un movimiento poderoso que bien dirigido promete grandes transformaciones sociales. El movimiento cooperativo puede encausar un desarrollo económico autosustentable y solidario en nuestro país. En vez de continuar limitados por el sistema capitalista, podemos encausar nuestro futuro con el modelo cooperativista. ¿Que impide que los servicios esenciales que brinda el gobierno puedan organizarse en forma cooperativa? Consideremos el sistema de la educación pública desde la perspectiva cooperativista.

Aún más, reflexionemos sobre el reto que representa para nuestro país el calentamiento global.

Enfoquemos el problema desde la perspectiva cooperativista y organicemos un movimiento ambientalista en forma cooperativa. ¿Te atreves?